El desconocimiento y falta de información en ocasiones nos lleva a elegir los productos y/o
tratamientos equivocados para nuestro cabello.
Y es que, igual que cuidamos y protegemos nuestra piel, de posibles agresiones externas, lo
tenemos que hacer también con nuestro cabello. La clave de que cualquier tratamiento sea un auténtico éxito, es un buen diagnóstico.
Antes de decidirnos por un tratamiento, debemos escuchar a nuestro estilista, ya que, estudiando el cabello, su tipología y porosidad, dará con el producto o servicio perfecto para nuestro tipo de cabello.
¿Sabes que es la porosidad?
Es la capacidad que tiene nuestro cabello, de absorber los productos que le aplicamos, ya sean
nutritivos o reparadores, por lo tanto, contra más le cueste absorber esos productos, más grado
de porosidad tiene.
El calor, las altas temperaturas, los cambios climáticos, la humedad, la sal del agua de la playa, el cloro de la piscina, y un sinfín más de razones, son las que hacen que siempre que acuden
nuestros clientes ha realizarse un servicio de peluquería, aconsejamos un tratamiento hidratante.
Ya que el cabello también es agua, y cuando pierde en el día a día esa agua natural, pide a gritos una hidratación, ¿Sus consecuencias? Se reseca y se parte.
La hidratación capilar busca reponer el agua del cabello. Es el tratamiento más suave y externo
que podemos proporcionarle y puede realizarse en cabellos levemente opacos y resecos.
Aplicar sustancias humectantes en el exterior para que esa agua luego se retenga en la parte
interior, y conseguir que un cabello vuelva a lucir ¿Sabes la diferencia entre hidratar y reparar?
Como hemos dicho antes, hidratar es conseguir que el cabello recupere el agua que ha perdido.
En cambio, reparar es el cemento, imprescindible para que el cabello no se rompa si está dañado, ya que no conseguiremos nada nutriéndolo o hidratándolo.
Nuestro consejo, será que siempre has realizado un servicio de peluquería, volvemos de vacaciones, hagamos un servicio de reparación en nuestro cabello para ayudarle a atraer toda
esa agua que necesita, y cada tiempo que te aconseje tu estilista, acudir al salón para poder
realizarte tu servicio de hidratación.
Recuerda, que el cabello, cuando esta nutrido y/o reparado, es más receptivo a cualquier tipo de tratamientos, ya sean colores, o tratamientos capilares.
Tener un cabello receptivo, nos ayuda a que los resultados que queramos ver en el, sean más
rápidos, y con ello, conseguir nuestros objetivos antes.
SÚPER CONSEJO:
Un consejo que siempre damos desde Aloha Salón, e intentamos recalcar en cada una de
nuestras publicaciones, es algo que hemos dicho en este blog anteriormente, y es que el cabello es como la piel, tenemos que mimarlo y protegerlo, y ayudar a que este crezca sano, y con el máximo de vida posible. Y es que, aunque no lo creamos, el cabello es tan delicado como la piel, eso lo hace vulnerable en nuestro día a día.
Tu estilista te ayudará a dar con esos tratamientos naturales perfectos para tu tipo de cabello, solicita en tu salón de confianza, un diagnóstico, y luce pelazo.
Gracias por estar una semana más a nuestro lado y hacernos un poquito más fuertes.
María
