Como un lienzo en blanco, así es para nosotros trabajar en vuestros cabellos.
Y es que por mucho que queramos ponerle un nombre a la técnica de coloración, no podríamos explicarlo mejor que como hemos hecho en la primera frase de este blog.
Cuando llega un cliente a nuestro salón, una de nuestras metas (aparte de la de salir con el resultado deseado) es la de crear e innovar, es la de hacer sentir única a esa persona, y es que tengo que reconocer que cuando tenemos un servicio de coloración, nos inundan nuestras musas y nos inspiran a crear.
Muchas veces, esos lienzos no están blancos del todo, y están con excesos de color, incluso con esos pequeños baches, seguimos disfrutando del proceso del cambio.
Para mí personalmente Aloha Salón se ha convertido en una fuente de inspiración.
Puedo redactarte y documentarte infinidad de técnicas de color, pero lo cierto es que cada profesional utiliza la suya, dejándose llevar y adaptando sus costumbres.
Trabajar una buena técnica de color, no solo es tintar el cabello, es crear desde la parte psicológica, estudiando facciones, rostro, ojos, y expresiones.
Es armonizar, es crear y conseguir uno de los mejores regalos que pueden hacernos a los estilistas, y es llegar a esos colores y resultados deseados.
Hay una frase que dice “cada maestrillo tiene su librillo” y es que el mundo de la belleza es muy versátil en cuanto a trabajos técnicos.
Una de las mayores labores es seguir conservando la calidad del cabello, dar con esos productos que aparte de aportar color y pigmento a nuestro cabello también lo puedan tratar, y ganar en reparación.
Muchas veces pensamos que depende de las técnicas utilizadas, no podemos conseguir ambos tratamientos, pero en las manos de esos profesionales totalmente cualificados, llegaremos a los resultados deseados.
Y es que la peluquería se ha convertido en el punto de partida hacia el cambio, no solo físico, sino, también psicológico.
Es el lugar perfecto para cerrar una puerta y abrir una ventana, es el lugar donde conectas con tu profesional que nos ayuda a dar con esos intereses y cambios que necesitamos.
Y es que el cambio no empieza en el exterior, el cambio empieza en el interior, en el punto de partida, empieza en el momento que abrimos nuestra mente al cambio, en el que nos llenamos de fortaleza y damos el paso.
Hoy no quiero acabar este artículo, sin antes recordarte y decirte Gracias. No solo por todo lo que nos aportan a Aloha Salón.
También por aquello que nos enseñan día a día, por todas las emociones vividas, hacernos sentir parte de vuestra historia.
Por enseñarnos que la peluquería no es solo la parte física, sino, que también es la parte emocional.
Gracias por regalarnos momentos de confesiones y por confiar en nosotros para ser ese punto y aparte que todos necesitamos.
Hoy veníamos a hablar de las técnicas de color, pero es que déjame decirte, que no existe mejor técnica de color que la conexión de estilista y cliente.